domingo, diciembre 22, 2024

San Isidro despierta cada día con el Sueño del Maní

UNA DE LAS PARROQUIAS MÁS EXTENSAS DE MARACAIBO FLORECE EN MEDIO DE LA RURALIDAD CON LA FUERZA TRABAJADORA DE SUS PRODUCTORES AGRÍCOLAS

El sueño del maní en San Isidro es antiguo, tan viejo como el amor y la capacidad del hombre de sembrar su propio alimento. Así lo recuerda Nelson Portillo y evoca aquellos tiempos, cuando los jóvenes pretendían a las muchachas y les convidaban los frutos en concha.

Era una manera única y original de cortejo. Mientras la pareja conversaba, los muchachos iban pelando concha y cortejando, al final, si la joven sonrojada y risueña le lanzaba las cascarillas a la cara, el enamorado podía estar seguro de que “había chance”.

Portillo es el presidente del Instituto para la Agricultura Urbana y Periurbana del Municipio Maracaibo (IPAUPMA), aquel organismo que un día discutió el desarrollo agrícola que podían cosechar en San Isidro y que hoy, es todo un hecho.

Todo comenzó en 2008 cuando se sembró por primera vez la legumbre en la parroquia. “Fue todo un boom”, o al menos así lo cuenta Ángel Villalobos, un ingeniero en agronomía que creció en esos campos y forma parte del equipo que materializó un sueño.

Villalobos rememora aquellos tiempos cuando el maní se cosechaba en cantidades pequeñas en San Isidro, para empacarse y distribuirse en el Mercado Santa Rosalía de Maracaibo, en su versión “turrón, horchata, cartucho y teticas”.

Aunque el plan llevaba más de una década en mente, no se concretó hasta 2021 con la llegada Rafael Ramírez a la Alcaldía de Maracaibo. El nuevo administrador municipal “se enamoró del proyecto” y brindó su apoyo para potenciar la siembra manicera.

Es así como llega el Sueño del Maní a los suelos marabinos, con la intención de impulsar la economía de Maracaibo con sus propios productos y sin dejar de lado la labor de los productores, campesinos y ganaderos que residen en el lugar.

Manos y pies descalzos

Néstor Nava es el encargado de una pequeña granja en el sector La Retirada, con crías de gallinas, pollos, ganado, porcino y caprino, además de especies pesqueras. Sus labores diarias las cumple en franela, cotizas y shorts holgados, vestimenta que le permiten no sofocarse ante el inclemente sol de Maracaibo.

Entre sus tareas están alimentar las seis mil cachamas que cría en un estanque, para venderlas en Semana Santa 2025, como una de sus actividades económicas anuales.

A unos metros de distancia, Andreina González limpia la maleza de los cultivos descalza y en silencio, esta joven trabajadora cumple su labor casi a gatas, cubierta la cabeza con una gorra y un trapo, solo la acompaña el ritmo de la música que vibra de sus audífonos.

Crecimiento de San Isidro

La parroquia San Isidro, aquella zona rural a 45 minutos de distancia del centro de Maracaibo, posee una historia caracterizada por sus cambios, resurgimientos y la fuerza trabajadora de su gente. El Sueño del Maní es un vivo ejemplo de ello.

Hace unos años atrás, la comunidad estaba rodeada de maleza, parcelas abandonadas y el desánimo de los productores, a quienes se les hacía cuesta abajo poder cultivar sus verduras, legumbres y hortalizas sin apoyo gubernamental.

La historia dio un giro de 180 grados cuando, en 2021, los productores recibieron la visita del actual alcalde, quien les extendió la mano para hacer surgir a San Isidro y apoyar el talento local de los trabajadores rurales.

El cambio se empezó a notar y, aquella “comunidad olvidada”, se convirtió en lo que están cerca de llamar “una potencia económica para Maracaibo”, gracias al cultivo y comercialización de al menos 20 productos.

La parroquia se hizo famosa cuando se lanzó oficialmente el Sueño del Maní en el año 2022, proyecto que le dio el impulso económico a la ciudad en materia de producción agrícola. Ahora también cosechan yuca, frijoles y otros rubros.

Otro plus que ofrece la Alcaldía a sus productores, es la oportunidad de vender sus hortalizas, legumbres, verduras, pescados, pollos y huevos en los populares Mercados del Sol, una iniciativa que nace para brindar alimentos de calidad a las familias marabinas con el incentivo de un precio económico y competitivo.

En 2024 la parroquia celebra su sexta cosecha o arranque, recolectando en cada saque entre mil 600 y dos mil kilos de esta exquisita legumbre, cuando antes apenas se llegaba a dos recolectas cada año.

Así termina un capítulo de la historia de San Isidro, como la de aquel muchacho que cantó victoria cuando su cortejada le demostró interés o igual que aquellos productores que lograron cumplir sus sueños traducidos en cuatro palabras, el Sueño del Maní.

Grano a grano

La Alcaldía de Maracaibo le ofrece microcréditos a los productores de la parroquia San Isidro, como apoyo económico para que logren surgir sus parcelas, cultivos y ganados.

San Isidro posee 95 kilómetros cuadrados, de los cuales, al menos 40 se utilizan para la producción agrícola.

El principal objetivo es construir la Escuela Técnica Agrícola del Oeste de Maracaibo. “Con una gestión más del alcalde Rafael Ramírez es suficiente para llevar a cabo este proyecto”, indicó Nelson Portillo.


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