Hace muchos años, en las noches de cielo despejado y sin luna, se podían ver desde Maracaibo cientos de latigazos fosforescentes rompiendo la oscuridad, como raíces pugnando por plantarse desde las nubes hasta el Coquivacoa.
Ahora, la modernidad y la contaminación levantaron un tácito muro entre la ciudad y el majestuoso Relámpago del Catatumbo, uno de los fenómenos naturales más hermosos del mundo, por eso para admirarlo es necesario ir lago adentro.
Estas constantes descargas eléctricas insonoras se producen en la ensenada del Congo, precisamente en el municipio Catatumbo del estado Zulia en Venezuela.
Ologá, un pueblo palafítico del sur del Lago de Maracaibo, es uno de los puntos preferidos para conocer de cerca la magia del relámpago y las bellezas que lo rodean.
“Cuando en Ologá el sol comienza a bajar hacia el horizonte, al tocar el agua, parecen volar chispas de los relámpagos que estallaron sobre el Catatumbo la noche anterior”, refiere Gustavo Bauer, uno de los empedernidos enamorados del turismo en Zulia.
Este fotógrafo organiza un viaje de tres horas desde Maracaibo hasta el pueblo de agua, para admirar el fenómeno meteorológico. El reto es conocer y explorar la Laguna de Ologá, durante un tour “todo incluido” de tres días y dos noches, programado solo para 10 personas por travesía.
Navegar por el Lago de Maracaibo
José Domingo Leonardi, capitán de la embarcación Scorpio, creó un plan de navegación que cruza por el centro del Lago de Maracaibo hasta llegar a Ologá.
Pasan por las instalaciones petroleras, Punta de Palmas del Sur y Barranquitas. En el último tramo observan la desembocadura del río Santa Ana, las poblaciones palafíticas de Laguneta y el reservorio de aves de la Laguna de los Manatíes.
Poco antes de llegar a Ologá la nave atraviesa un estrecho, el lago queda atrás y la vista se abre a una especie de espejo de aguas oscuras que toman su color de las algas marinas que crecen en el fondo. Más adelante está el pueblo y su península.
Esta idea surgió de la necesidad de facilitar al mundo la exploración de una zona mágica que está tan cerca, pero a la vez es tan poco conocida por propios y visitantes.
Porque, digan lo que digan las explicaciones científicas, observar el Relámpago del Catatumbo es una experiencia espiritual. Es situarse con la mano en el pecho frente a un misterio eterno que seguirá vivo y refulgente más allá de lo humano.
Récord Guinness zuliano
El 27 de septiembre de 2005 el Relámpago del Catatumbo fue decretado Patrimonio Natural del Zulia.
Es una tormenta que forma un arco voltaico a más de cinco kilómetros de altura, durante hasta 300 noches al año, 10 horas cada jornada y hasta 280 veces por hora.
Fue incluido en el libro de Récord Guinness como la región con más concentración de relámpagos en la Tierra. El 28 de enero de 2014 el Zulia recibió el documento y se reseñó en la edición de 2016.
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