Kiko Jhan es un personaje, literalmente hablando, pero lo único ficticio que tiene es su nombre. De resto, no hay una gota de ficción en este representante cultural que tomó un sitial entre los principales exponentes de la culinaria zuliana actual.
Francisco Conde es su nombre real. Abogado, “embajador” y cocinero, es también la imagen de las marcas de alimentos más importantes del país.
Además, a partir de esta edición se suma a Irreverente como chef oficial de la revista. A este polifacético marabino nada mejor que presentarlo en todas sus facetas, en tres tiempos, o como él mismo diría con “sopa, seco y jugo”.
Kiko Jhan en tres tiempos
Abogado aeronáutico
Francisco Conde es abogado con maestría en Derecho Aeronáutico y Aeroespacial. “Di clases por más de 10 años en varias universidades de la ciudad, viví del derecho toda mi vida y jamás pensé hacerlo de la cocina, porque era un hobby. Mucho menos de redes sociales o marcas aliadas”.
Kiko comenta que, siendo abogado, organizaba actividades culturales como por ejemplo, el Año Nuevo Chino. Además, tuvo una empresa de té junto a su esposa y organizaba shows de alto nivel.
Pero de un día para otro, el bajón de la pandemia lo impulsó a buscar nuevos horizontes. “Yo soy creyente de que las cosas que están destinadas para uno suceden”.


Cocinero asiático
De plano, Kiko admite que “no hay ningún asiático en mi familia”, pero se declara un apasionado de esa cultura ancestral. “Estoy enamorado de las artes marciales, la meditación, el tai chi, el chi kung, el té y todas sus expresiones gastronómicas y culturales”.
Su nombre artístico, por así decirlo, nace de un juego familiar. “Fui tío muy joven y cuando me empezó a salir barba yo molestaba a mi sobrina mayor con la aspereza de mi cara y ella me decía ‘Kiko ya, Kiko ya’. De ahí la gente me empezó a llamar así y cuando abrí mi Instagram le puse Kiko Jhan”.
Este cocinero se formó como profesional en la academia Zi Teresa, además revela que estudió con especialistas en cocina china, coreana y japonesa.
“Cuando cocino me gusta que la gente se conecte con la energía de esos países y pueda conocer culturalmente lo que comen, cómo se visten y cómo sería estar allá. Que en ese momento sientan que están en ese país.
Tengo dos años trabajando con una marca que me abrió los sentidos desde todo punto de vista: Harina PAN. A partir de ahí mi visión cambió, entré más a la Venezuela profunda, a las raíces indígenas y empecé a conectar con todo lo que mueve la energía del país. Estoy muy orgulloso de representarlos en el Zulia”.

Embajador cultural
La Embajada Cultural de Maracaibo nació de la mano con el trabajo de cocina. “Ya yo venía atendiendo a los artistas que visitaban a la ciudad, enseñándoles a Maracaibo, su cultura y gastronomía, y una persona me dijo ‘tú eres nuestro embajador, eso me hizo clic’”.
Unas semanas después completó la idea mientras veía una serie española llamada La Embajada.
“En 2022 surgió este movimiento de unificación de empresa privada para impulsar las marcas a través de eventos en la ciudad en donde nos ayudemos todos con todos. Cuando empezamos queríamos 20 marcas, superamos ese mismo año las 100 y en un futuro que sean muchas más”.