No importa la copa que sea, si la le vanta Adriana Gibbs el recipiente y su contenido adquieren un sentido relevante. No es para menos, esta mujer sabe a qué sabe la vida cuando la consigna es vivir desde el disfrute.
Este encuentro con ella no fue como los de hace 18 años, mesa y copa de por medio, libando la tarde caraqueña en algún restaurante. Ahora la tertulia fue virtual e igual de amena.
De sonrisa fácil y franca, Adriana Gibbs habla como evocando sueños mientras busca en el aire las palabras, como si arrancara frutos de un árbol imaginario. Y es que la buena cosecha de esta periodista, escritora y editora es parte de una historia que continúa escribiendo y disfrutando a sorbos y mordiscos.
“Siempre he sido rigurosa, me tomo las cosas en serio, me gusta la palabra escrita, comunicar y acercar. Me entrego”.
Adriana Gibbs es comunicadora social, magíster en Psicología Social y diplomada en Cultura del Vino & Spirits, además tiene un doctorado como sibarita de la vida. Sus primeros pasos en el mundo del disfrute los dio en la revista dominical Estampas del diario El Universal con su columna Buena mesa.
Más tarde comenzó con osadía a escribir su propia historia y gracias a su talento las páginas no le han faltado. Ahora, además de decantar ideas en todas sus publicaciones, se dedica a viajar enseñándole al mundo el arte del buen vivir.
– Viajar, beber y comer… ¿Tienes una vida soñada?
“Me siento agradecida con la vida por llevarme a transitar los caminos del aprendizaje en disfrute. Mi llegada al periodismo gastronómico tiene que ver con buenos encuentros que comenzaron en la revista Estampas con Mario Aranaga.
Cuando salí de El Universal tuve la valentía de apostar por un camino propio, así nació mi website en 2017. Ediciones Punto Paladar surgió durante la pandemia, con ese primer libro que escribí encerrada en casa.
La Adriana de 35 o 40 años nunca tuvo esta visión, era un gusto, una pasión que venía cultivando. Es una bendición, un regalo y un privilegio poder vivir de lo que me gusta”.
– ¿Fue fácil entrar en el masculino mundo del licor?
“El proceso ha sido natural y orgánico. Muchas mujeres hemos entrado en el mundo de los vinos y los destilados que durante mucho tiempo fue masculino. Por eso ha sido fácil, porque no estoy sola.
Somos muchas, por ejemplo en el mundo del ron venezolano nos encontramos con tres maestras roneras: Carmen López de Bastidas, Nancy Duarte y Rosami Belmonte, además de otras mujeres importantes como Yelitza Suárez y Dayana Medina.
– Eres mujer, mamá, escritora, docente y sibarita ¿cómo equilibras tus roles?
“La receta es la meditación, una práctica que está en mí desde hace 25 años, pero con más fuerza desde 2018, con la Fundación el Arte de Vivir. Ellos me han enseñado herrmientas para mantener el foco, confiar en momentos difíciles, surfear los desafíos y atravesarlos con una sonrisa”.
– ¿Cuáles son tus placeres?
“Me encanta el mar y en 2021 vendí mi apartamento en Caracas y compré uno pequeñísmo en Playa Grande frente al mar. Disfruto la playa, el encuentro con amigos, leer e ir al cine, aunque no lo hago con frecuencia”.
– ¿Cuál es tu misión de vida?
“Tiene mucho que ver con el amor. Ejercito el amor de distintas maneras, desde lo cercano, lo familiar y la amistad, pero también desde lo cotidiano con esas personas que no conozco.
En el trabajo lo expreso convirtiéndome en instrumento para el disfrute de otros, como cuando un estudiante se alegra por algo que aprendió o una persona está contenta al probar un vino o un destilado.
Otra de mis misiones es tender puentes, naturalmente conecto a la gente. Como lo decía el maestro Alberto Soria, los que nos dedicamos a estas expresiones del buen vivir estamos en el mundo de la esperanza”.
– ¿Has logrado cultivar tu estilo, tu identidad?
“Siento que aún estoy en construcción, me gusta jugar con eso y me estoy divirtiendo. A veces salgo con el cabello recogido, a veces con rizos, otras con un estilo más hippie. Me encanta explorar y desde hace dos años estoy explorando a una nueva Adriana más femenina, una mujer que me gusta”.
– ¿Qué viene ahora?
“Estoy muy centrada en la editorial, recién terminamos el libro Una vía láctea llamada Ananké y estamos con dos más, uno de Colección Vendimia sobre las uvas del vino y otro sobre el Cocuy.
En los eventos, estoy feliz de esta alianza con Mario Aranaga en Divina Mezcla. Él de una manera fresca e inteligente lleva a un encuentro todo lo que sabe sobre moda, estilo de vida, música y cine. Yo aporto en el área de la literatura, los vinos y destilados”.
El encuentro Divina Mezcla, con Mario y Adriana, se ha presentado con éxito en Caracas y Barquisimeto, además de Ciudad de México y Madrid, en España.
– Un vino del que puedas decir, “soy yo en una copa”
“En Galicia y Portugal se da bien una cepa llamada albariño. Es una uva blanca que se traduce en muy buenos vinos chispeantes y alegres. En un poema mío, del poemario titulado Doble Viaje, en la primera línea dice: ‘si fuese vid me llamaría albariño’”.
Escribir, probar y aprender
Adriana Gibbs fue coordinadora académica y docente del diplomado de Cultura del Vino y Spirits de la Universidad Metropolitana entre 2011 y 2024. Ahora da clases en la Academia de Gastronomía UCAB – Plazas’s.
En 2021 creó Ediciones Punto Paladar, junto con su hermana María Verónica Gibbs. Entre sus publicaciones destacan: 365 días. Uno para cada vino (2021), reconocido como el Best in the World en los Gourmand Cookbook Awards World 2022.
Cocteles de Autor. Las mezclas de un barman literario, escrito por Ángel Gustavo Infante (2022) y doblemente premiado en los Gourmand Cookbook Awards World 2023 como Best in the World.
En 2023 publicó Una pasión con nombre propio. Ron de Venezuela. 20 años D.O.C., también nominado a los premios Gourmand Cookbook.
Recientemente, Adriana Gibbs fue galardonada con el premio Mujer Visionaria 2024, otorgado por The Ultimate Awards, Women Leading Rum y The Rum Lab.